23 de julio de 2010


Y me quedé soñando, con la ilusión a cuestas, con la esperanza guardada en el bolsillo roto de un pantalón, en el baúl sin fondo de mis decepciones. Aletargada en el tiempo, obsesionada con verte. Se enrojecieron mis ojos, se marchitaba mi mente. Será que aún no se llenaba la luna, será que el tiempo fue menguando nuestras ganas, será, será será, será la luna, será, será, será, serán las ganas, serán. Y me quedé en suspenso con una historia breve en los niveles más bajos de mis latidos del corazón, entre lo inverosímil de mis frustraciones.

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