4 de septiembre de 2011


Hoy domingo 4 de Septiembre tengo ganas de hacer una nota diferente, no tengo ganas de poner canciones ni frases lindas, ni nada de eso. Hace un rato llamé a mi novio y no me atendió, claramente está durmiendo. La entrada no tiene nada que ver con mi novio sino con un miedo que vengo sintiendo hace varios años y espero no ser la única en el mundo que lo piense y vea como yo. Le tengo miedo a la muerte, sí; tan sencillo como suena y tan complicado de afrontar. Es increíble cómo me pongo cuando escucho cosas del clima o cuando dicen “qué rápido se pasó el año, así se nos va la vida”, me pongo a pensar que me voy a morir y no va a haber retorno, que no voy a volver a vivir lo que estoy viviendo, nunca más voy a sentir frío, nunca más voy a sentir calor, ni la brisa en la cara, ni nervios, ni nada. No sé qué es lo que realmente hay más allá de la vida pero me angustia muchísimo.
El viernes vimos una película en Geografía sobre la atmósfera y, como es de esperar, hablaban del calentamiento global y todas sus consecuencias; llegué al punto de quedarme casi petrificada al frente de la pantalla con los ojos abiertos inmóvil, no estaba haciendo nada pero mi cerebro estaba a mil,
{creo que la expresión “a mil” me queda chica} no podía dejar de pensar que algún día iba a quedarme sin mamá, sin novio, sin amigos, sin nada. De igual forma son momentos en que lo pienso, no es que me pasa siempre pero es horrible saber que ya no hay vuelta atrás, estoy acá por algo y de la misma manera por algo me voy a ir. No sé si alguien leerá esta entrada pero espero que la persona que lo haga y piense igual que yo se sienta identificada.

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