31 de enero de 2011

Entraste en mi vida y no me di ni cuenta cuándo y sin darme cuenta hoy en ti estoy pensando. Me acostumbraste a acostumbrarme a tu forma de ser, me acostumbré a necesitar tus besos porque me hacen bien. Y hoy me pregunto quién soy yo pa decirte lo que por mi tienes que hacer. Si tan sólo para mí te podría tener no compartiría tu belleza por miedo a perder. Y es que no sé qué hacer para observar algo de ti sin que tan perfecto pueda ser. Corazón, él te hace bien. Hey! Es más, te quiere a ti como su compañera. Sentí un flechazo aquí dentro, que no quedó en el intento, en mi quedó un sentimiento y ¡mi corazón contento! Entraste en mi vida y no me di ni cuenta cuándo y sin darme cuenta hoy en ti estoy pensando. Me acostumbraste a acostumbrarme a tu forma de ser, me acostumbré a necesitar tus besos. Toma mis palabras y abrázate a ellas, porque con estas la distancia llegó a ti, mi bella estrella. Pequeño niño, tienes mi cariño y me destiño en el color de tu diseño, es que ando como una niña pequeña. Cuando despierto y me doy cuenta que estuviste en mis sueños, cuando no estás, mi corazón te extraña porque tus ojos son el reflejo y tus besos son un viaje hacia el lugar más lejos. Tan sólo aquí abrazándonos sin decir nada, solo allí entablando una conversación con la mirada, perdiendo la noción del tiempo en almas conectadas, la luna de testigo nos miraba emocionada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario