21 de agosto de 2010


Escucha una cosa que te voy a decir aunque te duela el alma como me duele a mí. Podría engañarte si se me diera mentir, el caso es que no puedo enamorarme de tí. Nadie te roba nada, nadie ocupa tu lugar, de nadie son los besos de los labios de mar. De nadie es el camino que no mira hacia atrás, donde se desangran las estatuas de sal. No, no puedo enamorarme de tí, yo no puedo enamorarme de tí. Si quieres quererme voy a dejarme querer; si quieres odiarme, no me tengas piedad pero hay una cosa que no vas a lograr y es hacer negocios con la necesidad. +

No hay comentarios:

Publicar un comentario