13 de julio de 2010

Bella, mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones... Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te fuíste, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos había quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas y nada tenía sentido.

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